«Creo que lo primero que uno observa es el “hombre silla” que está en el medio de la hoja y que representa el cómo yo pienso que será la sociedad en el 2084: “fusionada/atada a una silla”. El hombre siempre busca la comodidad y creo que para ese año ya podremos hacer todo sin necesidad de levantarnos de nuestros asientos.
A partir de ahí se ve como el hombre en lo único que piensa es en la plata y como su vida sería más fácil si tan solo fuese millonario y con la vida resuelta. Tanto piensa en ese algo insignificante que ni es capaz de ver lo que está pasando a su alrededor, en el mundo en general.
El calentamiento global es algo que está muy presente y no se va a ir a menos que actuemos al respecto, ya que para el 2084 esta situación será muy grave y probablemente no haya vuelta atrás. Todo será dependiente de la tecnología: nuestros trabajos, nuestra vida social. Todo limitado al recuadro de una pantalla de diez megapíxeles.
No tendremos tiempo para nada, ni para pasar tiempo con nuestros seres queridos, lo que nos generará ansiedad y más que nada, estrés». Natalia Bevaqcua
Esta imaginación se enmarca dentro de la propuesta pedagógica de la Cátedra Ecenarro Turrillo, Introducción al Conocimiento Proyectual 1 (ICP 1), Ciclo Básico Común (CBC), Universidad de Buenos Aires UBA. Responde al esquicio inicial del primer semestre de 2022 vinculado al Programa 2084 Futuros Imaginados desde el Sur.
Se invitó a los alumnos a soñar y desarrollar utopías con la consigna de viajar al futuro, el año 2084, y proponer imaginaciones/transformaciones, entendiendo que el diseño y sus disciplinas proyectuales son herramientas para mejorar el habitar contemporáneo y cotidiano, con un compromiso sostenible.
El equipo docente estuvo compuesto por Graciela Ecenarro, Andrea Santangelo, Silvina de Gennaro, Juan I. Cabello, Florencia de la Quintana, Natalia Naredo, Luciana Quartaruolo, Santiago Ortí, Andrea López y Natalia Ardissone.