Futuros 2084

El futuro del género: una construcción social destinada a la extinción

El futuro del género: una construcción social destinada a la extinción

Autor/es: Narda Céspedes

Actualmente el género ha tomado una relevancia enorme a raíz de diversas deconstrucciones sociales. Sin embargo, anteriormente no había diferenciación entre sexo y género, y si nacía con vulva o pene no había más que decir pues eras hombre o mujer. No obstante, este conocimiento se ha venido ampliando como el mismo sexo biológico, y que muchas personas incluso no encajan biológicamente en el binarismo, por lo tanto, son personas intersexuales. Esa apertura tanto científica como en la vida cotidiana permitió pensar en el sexo como algo distinto.
En este momento se ha expandido a un concepto más amplio tanto en el sexo como en el género, no obstante, la división sigue existiendo, la segregación por estos temas está muy latente y las personas que no encajan en la norma binaria sufren de discriminación y violencia.

Debemos partir de la teórica feminista Simone de Beauvoir que partía que el género no es algo más que una construcción social de la humanidad, por lo tanto, con el pasar de los años esa construcción se iría desvaneciendo (como actualmente se está evidenciando) hasta desaparecer por completo. Es importante pensar que en el futuro eso se siga difuminando, al punto de que lo era ser mujer u hombre queda en el pasado y las personas simplemente son seres humanos sin importar que.

Este contexto en el futuro cambiara todo, la personas en cada ciudad y rincón del mundo irían al médico según sus genitalidades y no por ser mujer u hombre. En las tiendas de ropa de separaría por tallas o por deseos, si la persona quiere marcar su cintura, va a la sección donde está la ropa con tallaje de cintura. Existiría de todas las tallas. Así mismo los zapatos, se crearían estilos de todas las tallas sin distinción de colores, “masculinidades” o con la “fragilidad y feminidad de la mujer”. Ya no se regiría la sociedad por esos colores doctrinantes del rosado y el azul, pues se dejará a un lado esa “preocupación vital” de marcar con un color a un hijo, y determinar su vida desde sus genitales. Pues ya no se asignarían juegos para “niños y niñas” ni se preocuparían por perforar las orejas de las niñas con el afán de identificarlas con esa connotación de ser MUJER.

Los nombres dejarían de ser un equivalente a binarios y pasarían a ser solamente nombres. Por otro lado, los deportes en el futuro se clasificarían por fuerza, estatura y por peso ya no por género. Las personas competirían de acuerdo con sus capacidades físicas donde los torneos como el mundial de fútbol, los olímpicos, el ciclismo sería completamente mixto.

En futuro donde el género se encuentre extinto considero que la segregación laboral de la mujer dejaría de existir y las mujeres trans no serían altamente discriminadas. Las orientaciones sexuales no existirían, por lo tanto, las personas no tendrían por qué pasar por ese caótico momento de “salir del clóset”. No se prohibiría ser homosexual, de hecho, la homofobia y la transfobia, estarían escritas en los libros de historia junto a la esclavitud y el holocausto nazi como actos atroces y salvajes. Y en general la discriminación por las personas LGBT desaparecería. Pues no se pensaría en qué es una persona trans, lesbiana o gay pues solo hablaríamos de una especie.

Los baños ya no estarían marcados entre mujer u hombre, pues serian mixtos como en los hogares de cada una de nuestras casas. Sus diseños serían iguales y estarían contemplados para todos los usos y necesidades de la población. Por otro lado, la religión católica tendría sacerdotisas ya que sin importar su sexo o género podrían ocupar cualquier cargo, pues solo importaría la fe en Dios sin importar más.

Por otro lado, en la institucionalidad se crearía otra forma de registrar a las personas, tanto en su nacimiento como en las encuestas para medir a la población. Pues no habría etiquetas y se formularia nuevas maneras de cuantificar a los seres humanos. Por último, como futuro ideal el acoso callejero dejaría de existir, las políticas que se crean para que las mujeres se sientan seguras también, como vagones o taxis exclusivos pues no serían necesarios.